#INFORMATE
Argentina llegaba a Santiago con la presión de ser el gran favorito y candidato a la medalla de oro desde el día uno. Con la misión de ser campeón panamericano por cuarta vez consecutiva y decimoprimera en la historia. Además, el hecho de brindar una sola plaza directa a los Juegos Olímpicos de París 2024 le agregaba un plus extra de motivación.
En ese contexto fueron pasando los partidos hasta llegar a la gran final, que ponía a los «Leones» frente al local; Chile, en su mejor actuación histórica llegaba a la final con su público como gran aliado.
Como era de esperarse, fue un encuentro muy emotivo y disputado que recién se definió sobre el final. 3 a 1 para Argentina y a festejar.
Después de la premiación, llegaron el festejo, las palabras y el desahogo.
Tomás Santiago es el arquero del equipo y durante muchos años esperó una oportunidad de titularidad que siempre soñó, pero que nunca llegaba hasta que ahora llegó su momento.
«No caigo todavía. Me tocó varias veces verlo desde afuera y ahora poder estar con el equipo y obtener el ticket a París me pone muy contento. Es inolvidable para mí; estuve mucho tiempo esperando que llegara hasta que llegó. Esto es, como mínimo, inolvidable para mí. Es una satisfacción saber que el esfuerzo de todos los años termina pagando«, señaló emocionado.
El otro cordobés del equipo juega en el otro extremo de la cancha, no es quien evita los goles, sino quien los hace: Tomás Domene es delantero y goleador. También obtuvo su primera medalla panamericana y también desbordaba de emoción.
«Una alegría inmensa. Nos propusimos esto, lo luchamos, mantuvimos el grupo unido y ojalá sea el comienzo de un largo camino con París como objetivo. Esta noche fue una batalla, pero son los partidos más lindos de jugar con este marco es increíble, te motiva para estar concentrado a full. Hacer goles siempre te da confianza, pero fue un trabajo en equipo porque muchos fueron de corner corto, así que muy contento«, remarcó el goleador.
Recibieron la medalla, la besaron y se fueron al vestuario a festejar en la intimidad. En 48 horas tienen que estar en Europa jugando para sus clubes. La vida deportiva continúa para ellos. Pero con una medalla de oro en el pecho, todo se ve más lindo.
Foto: gentileza