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Feria de Ciencias: alumnos crearon un deshidratador de alimentos para bomberos y personas en situación de calle

Alumnos y docentes de la Escuela Especial Juana Manso de Villa Allende crearon el proyecto «Equipo Deshidratador Solidario», que se enfocó en desarrollar un deshidratador solar para mejorar la nutrición de equipos de bomberos voluntarios, como así también de personas que se encuentran en situación de calle.

El proyecto, distinguido en la instancia provincial y clasificado a la competencia nacional, surgió tras investigar y estudiar los alimentos que consumen los bomberos durante sus largas jornadas en el combate de incendios. Los estudiantes detectaron que los alimentos ultraprocesados que llevan los servidores públicos contienen altos niveles de sodio, grasas, azúcares y edulcorantes, y se enfocaron en construir una herramienta para mejorar su alimentación.

Motivados por esta preocupación alimenticia, los alumnos y docentes de la Escuela Especial Juana Manso investigaron métodos de deshidratación de alimentos, descubriendo que este proceso es adecuado para conservar los nutrientes de frutas y verduras, alargando su vida útil y facilitando su transporte.

Esta innovadora creación escolar, que consta en la elaboración de sopas y jugos naturales deshidratados, se proyecta como una importante colaboración para mejorar la alimentación de bomberos voluntarios, como así también de personas en situación de calle.

El ministro de Educación, Horacio Ferreyra, celebró el proyecto escolar y su clasificación a las instancias nacionales de la Feria de Ciencias, y destacó: “La Feria de Ciencias les posibilitó a los estudiantes, junto con los docentes, a desarrollar proyectos vinculados a la tecnología, matemática, ciencia y arte.”

A su vez, Ferreyra enfatizó sobre el enfoque solidario y social del proyecto, y concluyó: “Aquí se mostró el compromiso que tienen por resolver problemas que acontecen en el campo de lo social, de lo cultural y económico».

Deshidratador de frutas y verduras: el proceso

Los alumnos construyeron el equipo de deshidratación con madera de pino y MDF, y bandejas recubiertas con tela mosquitera de acero inoxidable para evitar contaminaciones y pérdidas de alimentos.

Aunque las primeras pruebas no alcanzaron las temperaturas necesarias para una deshidratación segura, los ajustes en el diseño y las condiciones climáticas mejoraron los resultados. El deshidratador de madera, aunque más pequeño que el de acero inoxidable, logró temperaturas más altas debido al uso de nylon transparente en lugar de vidrio, que favorece la conservación del calor.

Luego de obtener resultados positivos, los estudiantes presentaron el producto a un grupo de bomberos voluntarios de Villa Allende, quienes visitaron la escuela, y probaron una sopa de verduras deshidratadas elaborada. El equipo bomberil aprobó el producto y reconoció la labor de los jóvenes.

El recorrido en la Feria de Ciencias: distinción y clasificación

El 2 de agosto, el proyecto participó en la instancia escolar de la Feria de Ciencias, donde fue seleccionado para avanzar a la instancia zonal. En esta etapa, también fue evaluado y continuó a la instancia provincial, que se llevó a cabo el 5 de septiembre en la Universidad Provincial de Córdoba, en la ciudad capital.

Javier Martín, Coordinador Provincial de la Feria de Ciencias, destacó que la iniciativa fue una de los seleccionadas en la sede de La Calera para participar en la etapa provincial. Durante esta fase, «Equipo Deshidratador Solidario» se distinguió y fue elegido para la instancia nacional.

La instancia nacional de la Feria de Ciencias se desarrolla en cuatro fases: la primera es de arte en Tucumán, la segunda de matemática en Mar del Plata, la tercera de ciencia en Córdoba y la cuarta de tecnología en Buenos Aires (CABA). La cuarta fase, en la que participará el proyecto, se llevará a cabo la semana del 25 de noviembre.

Equipo Deshidratador Solidario: más que un proyecto escolar

El deshidratador de alimentos realizado por los alumnos de la Escuela Juana Manso, demuestra cómo la educación puede trascender el aula para impactar positivamente en la comunidad.

A través de la ciencia y la solidaridad, estos jóvenes no solo brindan una solución innovadora para mejorar la alimentación de bomberos y personas en situación de calle, sino que también destacan la importancia del compromiso social en el aprendizaje. Este tipo de iniciativas refleja el poder transformador de la educación cuando se orienta hacia el bien común.